Por otro lado, ya, enserio, me cansé de vivir este infierno y le dije a mi madre que necesitaba un psicólogo. No voy a contarle todo lo que me sucede, sólo busco que me de alguna medicación y tome una medida drástica respecto al pánico que me da ir al colegio. Ella dijo que también iría al colegio a hablar con mi profesor de Sociales (que es mi favorito, me adora y yo a él; soy su consentida) y decirle que me ve un poco mal y tengo problemas, para que la oriente a una posible solución. Ya estoy harta de sufrir, sufrir y sólo sufrir. Sé que tengo una cura, quizás se encuentra muy adentro mío, y quiero hallarla. Quiero sentirme bien conmigo misma, y recuperar mi sonrisa. He olvidado lo que es la risa, la felicidad, la alegría. Es tan frustrante ver a todo el mundo sonreír y saber que tú no puedes reproducir esas sonrisas genuinas en tu rostro.
Siempre me privé de pedir ayuda. Tal vez porque siento que valgo nada, y la gente que no vale nada no merece ser ayudada. Sólo merece la muerte, como yo. Siempre me costó abrirme y decir que necesitaba apoyo, seguramente porque sabía con certeza que nadie me lo daría. Era como pedirle peras al olmo...
Resumiendo, si me las ingenio un poco voy a controlar al psicólogo y lograré que me coloque un profesor en mi casa, que me eduque allí, sin tener que ir al colegio nunca, nunca más. Y hasta tal vez logre que me de alguna medicación (que en momentos de tristeza sirva como calmante, y en momentos de desesperación como medio para suicidarme). La parte buena del asunto es que mi familia empieza a preocuparse por mí, preguntarme como estoy. Les miento todo el tiempo con una sonrisa, pero me hace bien saber que ya no soy tan invisible como antes...-Masticando Aire
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