miércoles, 15 de mayo de 2013

Desapareciendo.

Hola a todos, disculpen no haber estado estos últimos días. La verdad es que tuve cosas importantes que hacer. ¿Cómo qué? Planear una sobredosis. Creo que ya llegué al límite, estoy pidiendo ayuda y nadie, nadie me oye. Nadie me entiende. Todos creen que mis problemas son caprichos adolescentes. ¿Enserio? Mañana les demostraré lo contrario.
Ya planeé todo con detalles, no quiero que nada salga mal y que no surjan improvistos. Voy a tomar 6 pastillas de Rivotril. Mi objetivo no es morir. Pero tampoco lo es salir ilesa. Con suerte, voy a despertarme en una clínica, internada. Así podría faltar al colegio (ese infernal colegio) algunos días, y podría recibir la ayuda que obviamente necesito.
Hace casi cuatro años vengo planeando algo así como una carta de suicidio y mañana la voy a escribir. Es muy loco. El tiempo pasa demasiado rápido, y algunos no se percatan de ello. Por un lado, me da un poco de miedo esto. Hoy lloré incontables veces, pero esa voz en mi cabeza me decía que no llorara, que todo estaría bien luego de mi recuperación. Es la única ayuda que tengo, no tengo otra opción que hacerle caso. También me puse feliz, porque sé que luego de esto las cosas van a cambiar, al menos no seguirán estando como están ahora...un desastre. Del mismo modo sé que tengo que ser valiente y arriesgarme. No puedo permitirme seguir llevando la vida miserable que tengo, debo hacer algo para cambiar. Y si ese algo implica hacerme desaparecer un poco y destruirme, bien, adelante.
Espero que la próxima entrada sea desde la clínica o algo por el estilo. Los quiero a todos y espero que estén bien.

"¿Cómo puedes renacer sin antes haberte convertido en cenizas?" -Friedrich Nietzsche.

-Masticando Aire.

viernes, 10 de mayo de 2013

Consumiéndome...

Bueno, creo que el mundo entero está conspirando contra mí y no es nada divertido. Hace días que voy alternando el hecho de asistir a clase. Un día voy, otro no, otro sí, los dos siguientes no. Sé que me va a traer problemas porque me pierdo de trabajos y exámenes, y eso es lo que mas me estresa. Y entonces llega ese horrible límite de estresarme por el estrés, lo cual es aún más estresante todavía. Además, estoy comenzando a tener ataques de pánico. Estoy en medio de la clase y siento que la respiración se me corta y todo se me vuelve borroso. Juro que es horrible. Y es peor el que ninguna de mis compañeras y "amigas" se preocupe siquiera un poco por ello.
Por otro lado, ya, enserio, me cansé de vivir este infierno y le dije a mi madre que necesitaba un psicólogo. No voy a contarle todo lo que me sucede, sólo busco que me de alguna medicación y tome una medida drástica respecto al pánico que me da ir al colegio. Ella dijo que también iría al colegio a hablar con mi profesor de Sociales (que es mi favorito, me adora y yo a él; soy su consentida) y decirle que me ve un poco mal y tengo problemas, para que la oriente a una posible solución. Ya estoy harta de sufrir, sufrir y sólo sufrir. Sé que tengo una cura, quizás se encuentra muy adentro mío, y quiero hallarla. Quiero sentirme bien conmigo misma, y recuperar mi sonrisa. He olvidado lo que es la risa, la felicidad, la alegría. Es tan frustrante ver a todo el mundo sonreír y saber que tú no puedes reproducir esas sonrisas genuinas en tu rostro.
Siempre me privé de pedir ayuda. Tal vez porque siento que valgo nada, y la gente que no vale nada no merece ser ayudada. Sólo merece la muerte, como yo. Siempre me costó abrirme y decir que necesitaba apoyo, seguramente porque sabía con certeza que nadie me lo daría. Era como pedirle peras al olmo...
Resumiendo, si me las ingenio un poco voy a controlar al psicólogo y lograré que me coloque un profesor en mi casa, que me eduque allí, sin tener que ir al colegio nunca, nunca más. Y hasta tal vez logre que me de alguna medicación (que en momentos de tristeza sirva como calmante, y en momentos de desesperación como medio para suicidarme). La parte buena del asunto es que mi familia empieza a preocuparse por mí, preguntarme como estoy. Les miento todo el tiempo con una sonrisa, pero me hace bien saber que ya no soy tan invisible como antes...


-Masticando Aire

miércoles, 8 de mayo de 2013

No puedo más.

Hola, ¿Cómo están? Ojalá que mejor que yo. Estoy completamente cansada, no puedo más, y juro que si tengo que si lloro una vez más me voy a morir. Hoy falté al colegio, otra vez, ya voy faltando bastante. Es que, ya lo dije, no soporto a la gente que hay allí. Se burlan de mí y no me parece gracioso. Todos los días me despierto llorando, pensando, "No, por dios, no quiero ir al colegio, no me lleven". Y lo peor es que se lo planteé a mis padres, con la idea de que me pusieran un profesor en casa para evitar problemas, pero no quieren. Se oponen totalmente. Según ellos "son personas que siempre tenemos que aguantar, no puedes estar sin ir a la escuela". ¡Juro que si sigo yendo me voy a terminar suicidando! Y no sé cómo explicarles tal cosa. ¿Acaso tengo que mostrarles mis brazos curtidos por los cortes para que entiendan la gravedad del problema? Ya no puedo más, no puedo. Tengo ciento doce cortes y sé que serán muchos más para mañana. No puedo seguir así. Tengo miedo y mucha tristeza. Hoy lloré tantas veces que ya perdí la cuenta. Quizás podría tener en cuenta la posibilidad de contarle (al menos a mi mamá) todos mis problemas, a ver si hace algo al respecto. Que entienda que es una cuestión de vida o muerte.
En fin, no quiero hablar mucho de mis problemas porque casi no tienen importancia. Sólo quiero abandonar este infierno, sólo eso.

-Masticando Aire.
Me olvidarían rápido, como lo hicieron en vida...

Nota de un suicidio en invierno.

"Ella murió cuando el invierno comenzó". Y así empieza mi plan de suicidio. Un comienzo poético es lo que necesito. Si estás páginas las encuentran buscando pistas por una muerte extraña e impertinente, me gustaría devolver a mi vida algo de dignidad y que todos me recordasen como una poeta que sufría. Un poeta que sufre…es un poeta. Es hermoso. Es lírico. Divino. Celestial. Más una enferma que sufre sólo provoca malas miradas y criticas dichas por lo bajo.
“Las pastillas tuvieron el poder de acabar con los demonios que ella nunca pudo”. Así es. Así será. Así fue. A nadie le gusta depender de fármacos engañosos y sedantes, pero nadie tiene las agallas de combatirlo y salir a enfrentar la vida solo con su optimismo. Cuando volteas, miras a un lado y a otro y te encentras completamente solo, aunque haya más personas a tu alrededor, nadie puede juzgarte por considerar las pastillas tu única compañía. O sí. En este mundo todos juzgan por todos, y eso que nadie es perfecto. El muerto se ríe del degollado. ¿Quién quisiera seguir viviendo en un mundo así? Solo los mediocres. Y a mí podrán etiquetarme con las más horribles palabras, pero quién me diga mediocre se está equivocando. Acepto todos los defectos que tengo porque la que siempre me los remarcó una y otra vez fui yo misma. No me hace mal aceptar que tengo al menos una virtud.
“Encontraron marcas en el cuerpo del cadáver, aunque ningún conocido dijo haberlas visto alguna vez. Se nota que sabía esconderlas con prudencia”. Marcas de una guerra contra mí misma. Una que empezó un día y nunca acabó. Llevo casi cuatro años intentando controlarme pero la navaja siempre gana. ¿Y yo? ¿Qué gano? No sé, al parecer nunca gano nada. Siempre las cosas van en mi contra. El río fluye en una corriente, y yo, sin saberlo, nado para el lado equivocado. Ese es el gran error de mi vida. Y por eso quiero corregirlo. Pero como su corrección es imposible, voy a destruirlo. Después de destruirme a mi misma todo este tiempo…el acto final. El mejor. El más sorprendente. El que impacte a todos. Revelando mi secreto de tanta fortaleza. El desahogo con mis cortes. La auto lesión como terapia. La anorexia como creadora de la autoestima. Me pregunto qué pensará la gente cuando descubra todo esto. Aún así, me importa poco y nada, porque yo voy a estar muerta para ese entonces.
Dejaría antes de matarme una caja llena de mis recuerdos, mis libros, mis historias, mis borradores, mis imágenes, la vida que me quede guardada en una caja. Los que me odien van a reír sintiéndose en el cielo, los que me quieren llorarán y comprenderán el porqué de mi sonrisa apagada. Los curiosos que se acerquen a ver que es ese cadáver lleno de rosas y páginas de poesía aprenderán a no guardarse los rencores, lo amores y los dolores tan adentro del corazón hasta que estos terminen por asesinarlo.
Me voy a vestir con ese vestido que siempre quise usar y me voy a maquillar tan delicadamente como siempre me dio miedo hacerlo. Que importa la vida si yo ya estoy próxima a morir! Voy a escribirle una última carta a cada uno de mis amores, y una para mi amor preferido, con páginas de mi libro de Bécquer. ¡A la mierda con la vergüenza! ¿Qué vergüenza puede tener un muerto? Voy a echarle una última mirada a cada uno de mis libros, voy a sentir por última vez el perfume de mi melancolía, voy a oler por última vez la lluvia condensada por el marco de la ventana, y me voy a tomar un último café con cuatro cucharadas de azúcar, como me gusta. O algunas más, para conseguir un buen final y una muerte más dulce. Voy a tomar mis pastillas –queridas y destructoras amigas- y las voy a enviar por mi garganta como soldados a que fusilen cada vena, cada arteria, cada órgano de vital en mi fisonomía y me permitan estar en paz por primera vez. Voy a cerrar los ojos, me voy a acurrucar abrazando la almohada, como siempre, imaginando que es el amor de mi vida el que me entrega su cuerpo para tomarlo y sentirme protegida. Va a caer mi última lágrima, la última en vida, y voy a pensar “Que nadie se alarme, yo ya estoy bien. Por fin voy a dormir con el alma tranquila, alejada de los demonios”. Y me voy a morir sin recordar. Porque los que recuerdan son los que sufren. Y voy a ser fuerte y no me voy a permitir sufrir. Cuando vean la primera evidencia de un frío implacable y una lluvia interminable, los que me conozcan van a saber que yo me fui, quien sabe dónde, pero saben que donde estaba…yo no podía seguir estando.

-Masticando Aire


lunes, 6 de mayo de 2013

De a mentiras voy progresando...

Hola, ¿Cómo están? Espero que mejor que yo. Ayer tuve una noche espantosa que terminó en un amanecer aún peor. Resulta que por la noche me corté las venas deliberadamente, y también los brazos, me llené de cortes, y todavía me arden muchísimo.  Por esa razón, y muchas otras penas, ingerí algunas pastillas extrañas con la ilusión de ir a dormir y no despertar más. Pero como soy la persona con la peor suerte del mundo, amanecí viva y sana. El primer día después de un suicidio fallido. ¿Existe algo peor? Aún así, toda la tarde estuve sufriendo cambios constantes de humor. Me reía con cualquier cosa, y luego sentía ganas de llorar. Dios mío, cada vez estoy peor...
Además, una compañera de clase me dijo "Me encantaría ser como tú", y la llevé a un rincón de la clase, donde nadie nos veía y le dije "¿Enserio quieres ser como soy? Yo soy esto", y me corrí las mangas del suéter, dejando al descubierto todas mis heridas, aún ardientes y enrojecidas. Le dije que yo no era lo que parecía, que el papel de alumna brillante, hija educada y chica buena eran solo máscaras para esconder la alumna rebelde, la hija mentirosa y la chica destructiva que en realidad soy.
Por suerte, estando en la escuela, me salvé de comer en todo el día. Es lo único bueno que tiene la escuela. La parte mala, obviamente, es mentir tanto. "Ya comí" "No tengo hambre, estoy llena, comí en la casa de mi amiga". Mentiras van, mentiras vienen...de a mentiras voy progresando. Pero bueno, mis padres se la pasaron toda mi infancia repitiéndome lo gorda que estaba. Bien, perfecto, ahora estoy adelgazando. ¿Están conformes?
La balanza que hay en mi casa está rota y estoy desesperada, no se cuanto peso. Por ahora voy a asegurarme de no comer (no porque no quiera, sino porque me duele hacerlo, no puedo), y espero ver un número que me guste cuando después de mucho tiempo, finalmente me pese.
Así que ahora así ando, mintiendo, con mangas largas todo el tiempo, evitando comer, y sólo concentrándome en mis ensayos filosóficos. Como siempre...

-Masticando Aire

domingo, 5 de mayo de 2013

Todos los días la misma nostalgia.

Comienza el día. Me despierto. Siento las lágrimas secas en las mejillas. Cierto...anoche estuve llorando. Creo que hasta puedo sentir crujir los cortes que me hice ayer. Quizás hoy sea un buen día. Nadie sabe lo que puede suceder.
Me levanto, casi sin ganas, y como buena masoquista que soy, lo primero que hago es verme al espejo. ¿Que veo? Lo de siempre. Grasa. Exceso de grasa. Un cuerpo amorfo y horrible. Estoy tan cansada que ni siquiera tengo energías para llorar. Voy al baño, quito la sangre seca de mis muñecas y me visto. Voy directo al comedor.
Mi abuela me saluda amablemente. Sin embargo, mi saludo está cargado de enojo y tristeza. Quisiera pedirle perdón, no es su culpa que yo sea una mierda, y me odie a mi misma. O tal vez sí. Si no se le hubiese ocurrido tener a mi madre, para que luego ella me tuviera a mí, no estaría hoy como estoy. Ni siquiera existiría  Mi existencia está ligada, de alguna forma u otra, a ella. Quizás si tenga un poco de culpa.
Voy hacia la cocina. No tengo que comer. No tengo que comer. Sólo debo ir, hacerme un café, y salir de allí sin tocar nada de comida. Solo unos minutos. Es la cosa más simple del mundo. Pongo el agua en la pava eléctrica y espero que se caliente. Los segundos pasan y veo la comida a mi alrededor. Pienso en como la gente come cantidades copiosas todos los días de comida y comida, como algo normal. Es algo normal. La anormal soy yo. ¿Por qué tenía que tener un desorden alimenticio? ¿Por qué no cáncer, asma u otra enfermedad más fácil de sobrellevar? El agua se calienta y preparo rápido el café. El resto de la mañana es una sucesión de pensamientos vacíos y suicidas.
Llega la hora de ir al colegio. No. No quiero ir. Lo odio. Amo estudiar pero odio la gente con la que me toca compartir el espacio. Se burlan de mi y se la pasan hablando de estupideces. Se saben mejor la vida cualquier cantante estúpido que la de algún filósofo. Dios mío, eso me es aborrecible. Tomo coraje y camino a la escuela. Siento que todos se ríen de mí en sus cabezas. Odio esta sensación. Máteneme.
Mis "amigas" corren a verme y las saludo con frialdad. Sólo le presto atención a mi tristeza. Hablan de cosas poco importantes, y fingo que las oigo cuando en realidad no lo estoy haciendo.Mi cabeza está en otra cosa. Escucho vagamente las clases de los profesores. Sólo quiero salir de aquí.
En el recreo veo una pareja besándose y riendo. ¿Por qué yo no puedo tener una relación así? Alguien que me abrace, que me diga que me quiere, sólo eso. No. Mi destino es sufrir. Mierda de vida.
Finalmente toca el timbre de salida. Agradezco que ya se haya acabado  No podría haber soportado un minuto más en ese tedioso lugar.
Camino a casa, y cuando llego, me preparo un café y me encierro en mi habitación. Me pongo a escribir. Mi novela, por fin puedo seguir escribiéndola. Es una de las pocas cosas que me reconforta. Bien. Olvida la tristeza y escribe. Sigmund (protagonista de la historia) necesita que lo hagas un héroe. Que camine por las orillas del río Támesis y piense en cosas de intelectuales. Esto está perfecto, ahora, la otra protagonista, Anna. Dios, ¿Tenía que llamarla así? Mejor sigo escribiendo mi otra novela. No. La chica de la historia tiene problemas mentales. Estas cosas me siguen a todas partes. Todas mis historias contienen cortes, anorexia y locura.
Me llaman a cenar. Quisiera desaparecer en este preciso instante. Voy a regañadientes. Siempre hace comidas calóricas y en cantidad, esta cena no es la excepción. Me siento en la mesa, juego con la comida y como un poco. "Estas muy delgada, por dios, come más" me dice mi padre. Pienso que cuando esté internada y repleta de cortes, a punto de morirme, lo va a lamentar. O cuando me suicide. Ya habrá tiempo de eso. Como un poco más, obligada, y cuando todos se acuestan a dormir, me dirijo al baño. Cuchilla en mano, cierro los ojos y corto mis venas. Cada vez con más fuerza. ¡Ningún castigo será suficiente nunca por la decepción que soy!
Una vez que me corto y seco las gotas gruesas de sangre que emanan de la herida, me voy a dormir. Obviamente no sin antes contemplarme al espejo. Otra vez la gorda amorfa. ¿Para esto muero de hambre? ¿Para ser siempre la misma obesa? Me acuesto y las lágrimas caen a montones.
Me duermo finalmente presa de la tristeza. Imaginando incrédula que quizás mañana podrá ser un buen día. No imagino que despertaré otra vez, para vivir otra vez la misma nostalgia de todos los días.

-Masticando Aire




sábado, 4 de mayo de 2013

Los problemas y las ventajas de ser una antisocial.

Hola, ¿Cómo están? Espero que bien. Hoy vislumbré lo que podría ser la solución a todos mis problemas. Comenzó cuando le comenté a mi mamá que fantástico sería tener un profesor que me diera clases en casa, en vez de ir todos los días a la tediosa y frustrarte escuela. La verdad es que no me molesta estudiar, es más, me encanta. Lo que me molesta terriblemente es tener que compartir mi tiempo y espacio con los mediocres, infames, inmorales e inmaduros compañeros que tengo. Los oigo hablar estupideces y me dan ganas de tirarles un tiro a todos, o tirármelo yo. Además, yo hablo de filosofía y literatura, y ellos se burlan en una sola carcajada. Se ríen de Nietzsche y creen que se ven graciosos cuando en realidad solo se ven ridículos. Y ni mencionar las chicas que dicen "somos mejores amigas", y cuando te diste vuelta, te clavaron un puñal en la espalda. Realmente estoy cansada de todos ellos. Me estresan. Y a causa de ese estrés se generan luego muchos problemas (y cortes en las muñecas).
Voy a hablar con mi profesor de Ciencias Sociales (que según el, me adora) y le voy a plantear esto. Desearía más que nada poder dejar de asistir a la escuela y ser...libre (?).
Creo que esto es una muestra concisa de mi antisocialidad. Es que odio relacionarme con la gente, sobre todo hoy en día que la mayoría son unos imbéciles. Por un lado, resulta malo, porque según algunos estudios de sociología y psicología dicen que en la adolescencia necesitamos integrarnos con nuestro entorno.
Por otro lado, es bueno. Cuando estoy sola puedo capitalizar mejor mis ideas. No se si he mencionado que adoro escribir. Bueno, suelo escribir ensayos filosóficos. Y les aseguro, escribir filosofía cuando tienes problemas de estrés es más difícil que curar un ED. Por eso es que no solo quiero, sino que necesito con desesperación un desprendimiento del entorno para poder reducir mi mundo a mi habitación, mis libros, y mis escritos. Nada más.
En fin, acabo la entrada con una frase, que por cierto, no recuerdo su autor, pero me agrada. "Yo sólo me relaciono con mis iguales, y como no tengo iguales, siempre estoy solo".

-Masticando Aire

viernes, 3 de mayo de 2013

"Me rindo (?)"

Ahogamiento inconsciente

Hoy desperté sobresaltada por el mismo recurrente e infernal sueño. Ya van como tres veces que sueño que me ahogo  veo como la superficie se aleja y me siento sin aire, consciente de que voy a morir. Y veo en la superficie un grupo de gente, que me mira quieta y serena, como si no estuviese muriendo. Como si no quisieran salvarme.
Quizás sea el cuento de mi vida. Yo me ahogo, la vida se me va de a poco y el resto se sienta a mirar sin actuar. Lo llamé "ahogamiento inconsciente", porque es eso lo que estoy haciendo con mi vida. Inconscientemente, me estoy ahogando en penas, adicciones, trastornos y torturas.
En el sueño no estaba desesperada, ni intentaba luchar por mi vida. Me entregué (como me estoy entregando ahora y todos los días) a la muerte. Dejé que la corriente me llevara hasta el fondo del mar, mientras saboreaba los últimos segundos de vida. La muerte no me asusta. Soy yo quién la buscó varias veces, y quién va a buscarla para finalmente unirse con ella. Es raro compartir la mesa con mi familia, observarlos, y pensar "¿Realmente saben quién soy yo?". La respuesta suena como un lejano grito en mi cabeza. No. Ellos no saben quién soy, y de qué soy capaz. Me tienen como una niña santa y buena que adora la vida, que le gusta salir con sus "amigas", a pesar de que la lastimen. Esta chica jamás se heriría a si misma, jamás podría llegar al límite de fumar, enfermarse a propósito o querer morir. Y menos intentarlo. Que poco saben de mí. Que fácil es esconder un millón de cicatrices con una sonrisa fingida.
Si existe el destino, el mío es entregarme a ese ahogamiento para ahogarme no solo a mi misma, que tanto me odio, sino a todas las penas que me afligen y no me dejan dormir ni respirar.
Quizás la próxima vez que me ahogue entre sueños, logren salvarme. Aunque solo salven mi cadáver, y yo me ría de las culpas que le tocan a cada uno.

-Masticando Aire

jueves, 2 de mayo de 2013

Secretos de las dietas de las famosas


Andando por la web me encontré con la descripción de las dietas de algunas famosas, y sus secretos. Me pareció interesante -y quizás provechoso- compartirlo con ustedes. -Masticando Aire.

EVA MENDES
Con un cuerpo que figura entre los más hot del cine, millones de mujeres estarían dispuestas a hacer cualquier cosa con tal de parecerse a Eva, pero ella admite que no está bendecida con los genes de la delgadez y necesita esforzarse para perder peso. ¿La esencia de su dieta? No come carne, pero sí mucho pescado y vegetales; bebe mucha agua, incluyendo un vaso con limón al despertarse y acostarse, y siempre tiene manzanas en su bolso.
Veredicto: Aunque los estudios han probado que el consumo regular de carne roja, especialmente procesada, contribuye a la obesidad y a la muerte prematura, una dieta que elimina la carne en su totalidad no es para todos. Pero aun si eres una "carnívora" irremediable, puedes robarle algunos secretitos a Eva. Según una reciente investigación publicada en Archives of Internal Medicine, con solo reemplazar una porción diaria de carne roja por pescado reduces tu riesgo de muerte prematura en un 7%. Los vasos de agua con limón no te harán daño y hasta podrían ayudarte a adelgazar, porque el limón es rico en vitamina C, la cual permite que el cuerpo absorba mejor el calcio de los alimentos y lo almacene en las células grasas, lo que favorece la pérdida de peso. En cuanto a las manzanas: llévalas en tu bolso como snack, igual que hace Eva. Además de ser bajas en calorías y en grasa (una manzana mediana solo contiene 95 calorías y 0,31 g de grasa), son ricas en fibra (4,4 g en cada una), lo que te ayudará a sentirte satisfecha y, como resultado, comerás menos.

Jennifer López

Andar viajando de un país a otro, sin tiempo para comer ni ejercitarse puede ser una bomba para la dieta de cualquiera, pero no para la de Jennifer López, que vigila muy bien la suya. Aunque es una fan de la dieta Dukan -un plan de cuatro fases que comienza con un régimen de alimentación basado principalmente en proteínas antes de ir incorporando los carbohidratos-, confiesa que controlar las porciones es lo que de veras le funciona. Jennifer come pequeñas comidas a lo largo del día, bebe agua fría para acelerar su metabolismo y veta los carbohidratos después de las 4 p.m. También sabe que la actividad física es clave y todos los días se ejercita.
Veredicto: La dieta Dukan es similar a la dieta Atkins, con la única diferencia que se concentra en proteína magra y restringe las grasas. Aunque puede ser una solución rápida para adelgazar (Jennifer la usó para perder los kilos que ganó en el embarazo), es una dieta restrictiva que no enseña hábitos de vida saludables. Como ha aprendido J.Lo, controlar las porciones y hacer ejercicios es la mejor forma de mantener el peso ideal. Y beber mucha agua también ayuda, sobre todo si la ingieres fría. El cuerpo tiene que trabajar extra para calentarla y ese proceso termogénico acelera el metabolismo.

KATY PERRY

La intérprete de temas como Fireworks o Teenage Dream es una de las seguidoras de la llamada dieta del factor 5 (creada por el entrenador de celebridades Harley Pasternak), la cual debe su nombre al número de elementos que debe incluir la comida: proteínas, carbohidratos complejos, fibra, grasa y fluidos. Al igual que Alicia Keys y Kate Beckinsale (otras seguidoras), Katy come 5 comidas al día con recetas que no contienen más de 5 ingredientes. Se permite un día de descanso en el que puede comer todo lo que quiera sin sentirse culpable.
Veredicto: Esta dieta es una nueva versión de lo que las organizaciones de salud siempre han considerado un plan balanceado que no deja fuera ningún grupo de alimentos, y ayuda a cambiar los hábitos que hacen ganar peso en primer lugar.

MILEY CYRUS

Además de sus clases de Pilates, Miley jura que debe su recién estilizada figura a su dieta libre de gluten, una glucoproteína presente en la mayoría de los cereales. En su cuenta de Twitter, Miley dijo que después de adoptar esta dieta (lo que significa cero pasta, pan, pizza, cakes y cualquier cosa que contenga harina de trigo), su piel, su cuerpo y hasta su salud mental han mejorado.
Veredicto: Una dieta libre de gluten es clave para quienes padecen de la enfermedad celíaca, un trastorno autoinmune caracterizado por una inflamación crónica del intestino delgado. Aunque Miley nunca ha dicho que la tiene, ha admitido que es alérgica al gluten y a la lactosa, y que adoptó la dieta por esa razón. Otras celebridades, incluyendo a Victoria Beckham y Gwyneth Paltrow, también han eliminado el gluten de su dieta y el plan se ha popularizado. Sin embargo, además de ser restrictiva, un nuevo estudio probó que los alimentos libres de gluten que ahora inundan el mercado están cargados de grasa y pueden contener más calorías que sus versiones con gluten. Si necesitas seguir esta dieta, opta por alimentos que naturalmente no lo contienen, como carnes, pescados, frutas, vegetales y lentejas.






Self-harm, un infierno silencioso.

No tengo necesidad alguna de explicar que es el self-harm y la auto mutilación  estoy segura que todos los que leen esto se agredieron físicamente alguna vez, y si no lo hicieron, están pensando en hacerlo.
Ese tipo de conductas comenzaron a frecuentarse hace algunos años, quizás como producto de la presión de los medios acerca de la belleza y la imagen corporal, el acoso escolar, la presión que ejercen los padres hoy en día sobre los adolescentes. La agresión física hacia uno mismo se convirtió en una salida, un escape, un grito silencioso de ayuda, una manera de aliviarse, una tortura, una adicción. Es tantas cosas a la vez. Es horrible esa sensación cuando te cortas, cegada por la tristeza, y luego de ver sangre y sangre emanar en grandes cantidades, te haces consciente y dices "¿Cómo pude ser capaz de esto?", y bien sabías que en el momento clímax del dolor y el llanto, lastimarte te produjo una especie de libertad.
Mucha gente califica estos comportamientos como "suicidas", "dementes", "estúpidos" (tal vez lo sean ¿Quién sabe?), y no se dan cuenta de que crean un impacto muy fuerte sobre las personas que sufren de estos problemas. Si nos cortamos no lo hacemos por capricho ni por moda, lo hacemos porque tenemos razones (horrorosas pero reales). Porque nos creemos que el dolor físico puede llegar a ser capaz de aliviar el emocional. Y a veces incluso lo hace. No se siente bien que el resto nos tilde de "locas" solo por estar tristes y necesitar ayuda.
Ayuda. Esa es la palabra clave en estos problemas. Siempre se dice, (y personalmente también creo eso) que la auto mutilación es una manera (fallida, errónea, cabe resaltar) de pedir ayuda. Generalmente nos cortamos cuando necesitamos más que nada en el mundo un abrazo, un "te quiero", un apoyo, aunque sea pequeño. Buscamos ayuda tanto tiempo, y no conseguimos nada, que las navajas terminan siendo nuestras mejores aliadas.
Por eso siempre digo que las personas más fuertes son las que más sufren.
"Fortaleza es tener una sonrisa en el rostro, y cicatrices en las muñecas".

-Masticando Aire

Belleza

"La belleza glorifica" -Masticando Aire
"La belleza no se tiene, se siente" -Masticando Aire
"La belleza está en los ojos de quien la mira"  -Desconocido




Princesas (?)

Hoy quería hablar sobre las llamadas "princesas". No sólo en el sentido que se utiliza al hablar de Ana y Mia, sino en otros sentidos. Por Ana y Mia, princesa podría definirse como una chica perfecta, delgada, que no come, que vivie del aire, y todas esas cosas. Pero ¿Y si significase otra cosa? Una vez vi un comercial de Anahí en contra de los desórdenes alimenticios. Y decía "¿Crees que a las princesas se les cae el cabello y se les reseca la piel?". Creo que tiene razón, y espero que muchas más personas estén de acuerdo conmigo, porque no se puede negar.
A mi parecer, una "princesa" si suena a alguien perfecta, pero ¿Es alguien perfecta quién se corta, vomita, ayuna, y está pálida? Vamos a reconocerlo, la respuesta es no. Creo que una princesa es alguien más sana, linda, si así quieren que sea, entonces también delgada, decidida, con autoestima. Y con los desórdenes alimenticios no vamos a llegar a nada de esto. Sólo vamos a lograr destruirnos un poco más cada día.
Por eso, me da vueltas por la mente la idea de poder convencerlas a todas y a todos, no de que se "curaran" de los ED's, sino que podamos llegar a un estilo de vida que combine algunas cosas de este mundo de Ana y otros comportamientos sanos, para ser una princesa en el máximo sentido de la palabra (porque sé que es el sueño de muchas, y quiero ayudar a que lo consigan).
Creo que podríamos seguir comiendo en cantidades horrorosamente pequeña como lo hacemos ahora, pero comiendo cosas sanas, que nos ayuden a tener energías con lo poco que consumamos y a tener una mejor piel, etc. Está bien tener un sueño, está bien querer ser delgada, como se puede querer ser rubia, más alta o incluso más rellenita (no he visto chicas que quisieran engordar en ningún lado, pero da igual). Lo que propongo es que "mejoremos" el camino por el que estamos yendo a ese sueño. Sino, cuando logremos ser delgada nos vamos a terminar muriendo de desnutrición (que nadie me niegue eso porque es verdad).
Me gustaría que muchos podamos seguir un estilo de vida saludable, que no deje de lado nuestras obsesiones de Ana y Mia, porque es casi imposible, pero que nos haga cuidarnos un poco más (como haría una verdadera princesa).
No sé, ¿Que dicen? ¿Les parece correcto? ¿O se van a poner en contra afirmando que morir de desnutrición y gastritis es mejor?

-Masticando Aire

miércoles, 1 de mayo de 2013

<<Dejas de temerle a los mounstros debajo de la cama
cuando descubres que están dentro de ti>>

Pensamientos suicidas.

¿Nunca pensaste en que sería de ti si murieras? Mientras la gélida agua de la ducha penetraba en mi piel me puse a pensar "¿Y que sería de mí si muriese mañana?". ¿A quién le importaría? ¿Quedaría algún recuerdo? ¿Luego de muchos años alguien encontraría las páginas de mi diario íntimo, relatos de anorexia y cortes, y lloraría?
Desde el día en que comencé a tener depresión, siempre, a cada momento, planeé mi muerte con lujo de detalles. Donde sería, con qué, que haría a modo de despedida. Las primeras veces me imaginé muriendo apretando un gatillo, pero no, sería demasiado fácil. Ahora me mentalizo ingiriendo copiosas cantidades de pastillas extrañas y potentes, ir durmiéndome poco a poco, sintiendo como la muerte viene hacia mí, victoriosa. Y esa muerte se parece a Ana, quizás porque, en el fondo y a fin de cuentas, son lo mismo.
Si algún día muriese, he pensado en dejar miles de cartas, explicando porqué morí, y desdé cuando comenzó todo. No quisiera irme y dejar dudas. Quisiera que cada uno llevara en su vida la culpa que le corresponde. Así...una muerte macabra y perfecta.
De la misma manera en que planeo suicidios a toda hora, me aterra el día en que tenga que cerrar los ojos para siempre. Debe sentirse extraño saber que es la última vez que ves a una persona, la última vez que contemplas un amanecer, la última vez que lees un libro, la última vez que respiras...
No es fácil vivir con los días contados, y mucho menos si uno sabe cuando va a morir exactamente. Así es la vida de un suicida (rescato de esta oración que "vida" y "suicida" no son palabras que correspondan muy bien juntas).
A veces camino por la calle, o por los pasillos de la escuela, de mi casa; veo a la gente a mi alrededor, a mis compañeros, a mi familia. ¿Que pensarían si mañana despiertan y los asaltan con la noticia de que me fui para siempre, para no volver jamás? Lo más probable es que algunos se pongan mal, otros lloren por obligación, y muchos ni se percaten de mi ausencia. Lo que es seguro es que todo el mundo seguirá con su vida, y nadie se va a morir por mí (que ironía que yo algún día vaya a morir por ciertas personas a las que amé demasiado).
Unas pastillas, una pistola, una navaja filosa...hay tantas formas tan simples de morir. Sin embargo, la tarea más difícil es vivir. ¿Será por eso que hay tantos suicidas?

-Masticando Aire

¿Bienvenidos?

Me pregunté si decirles "Bienvenidos" a todos las que entraran a este blog, porque ya conocen bien este infierno y no desean ni pisarlo. Primero que nada, quiero aclarar que no estoy incitando a nadie a ser anoréxica o tomar a Ana como diosa suprema de la perfección o algo así. Simplemente quiero la unión de todos los que sufrimos esta tortura constante, siendo esclavos de esa lejana figura que vislumbramos en la oscuridad llamada "Ana". Anorexia, enfermedad, como quieran llamarlo, es la misma mierda.
Esto va a ser más que un "diario" donde cuente fugazmente cada día que me sucedió, cuanto me corté o cuanta comida vomité; también quiero hacer participe a todas las chicas y chicos que quieran contarme lo que les pase y desahogarse.
No quiero convertir a nadie en anoréxica pero tampoco es mi objetivo curar a las que ya lo padecen, porque se que es tarea díficil. Si lo logro, me sentiré orgullosa de ello, pero esto es un blog exclusivamente dedicado a gente con ED's. Porque se lo que se siente ser mal vista simplemente por tener una enfermedad. Experimenté el asco que se siente cuando comentan por lo bajo cosas horribles respecto a tus muñecas lastimadas. Porque alguna vez también sentí el rechazo del resto sólo por estar triste, solo por eso...
Aquí somos todos iguales, y valemos lo mismo...oro. Aquí nadie va a ser mal visto. Quiero que todos tengamos la oportunidad de sentirnos parte de algo.

-Masticando Aire.